viernes, 17 de abril de 2009

Linhares y Mestre Militao



Para llegar a Linhares desde Vitoria, Mestre Militao utilizó su amplia red de contactos, para conseguir un aventón en un omnibus que se encargaba de llevar a personas al hospital público de Vitoria para ser atendidos por especialistas. Estuvimos esperando dos horas a una veterana que saliera del otorrino, y cuando la fuimos a buscar ya se había ido, por lo que el chofer la buscó por toda la ciudad. Por lo que demoramos 6 horas en hacer un trajecto de 180 kilómetros.


Cuando llegamos Militao me estaba esperando en la puerta de un club, así qeu luego de las presentaciones cargué las mochilas al hombro y enfilamos para us casa. Militao es un tipo conocido por toda la ciudad, cuando va caminando le gritan, lo saludan, lo invitan una cerveza, es un tipo muy querido. Luiz Mauro como es el nombre completo de nuestro amigo, fue paracaidista del ejército y en esa época recorrió todo Brasil, por lo que conoce todos los límites desde el amazonas, pasando por el litoral con su infinidad de islas, el centro oeste por Mato Grosso, hasta el Sur por Río Grande.




En la casa de Militao vive su esposa Solange, y cinco de sus hijos, dos varones y tres mujeres, con los que entable una muy buena relación, sobre todo con Jazmine y Tanni que tienen 14 y 18 respectivamente. Con ellas salía a caminar y conversábamos bastante. Los cinco hijos de Militao hacen Capoeira Angola, por lo que las hijas si bien son adolescentes tienen una musculatura de levantador de pesas. En la casa de Miltao se come frente al televisor como en la mayoría de las casas de Brasil, een esta casa la televisión se prendía cuando se levantaba el primero y se apagaba cuando se acostaba el último.



Cuando llegué había una olla grande donde había como en una salsa de tomate una cabeza de pescado que sobresalía y parecía que me miraba, también tenía banana, fue la primera vez que vi una moqueca, comida tradicional en los estados de Bahía y Espírito Santo.

Salimos con Militao y tomamos una cerveza en cada bar que nos invitaba algún amigo de él, luego me presentó a medio Linhares desde la barrendera del municipio hasta el prefecto, todos lo conocen y lo respetan. En ese roteiro llegamos a casa de unos pescadores y conversamos sobre como se encontraba el río, y luego fuimos a la casa del vice prefeito y nos tomamos un café con leche, con galletitas y queso minas, el más común por estos lares.







Militao es un tipo con el que no me gustaría tener problemas, sabe ocho artes marciales y es mestre de capoeira, por lo que aun llegando a los cincuenta parece tener treinta años. Trabaja con medio ambiente y tiene una conciencia ecológica muy grande, es un tipo que entra a un bosque o mata solo con un cuchillo, y se queda dos semanas haciendo investigaciones comiendo y bebiendo de lo que la naturaleza le brinda.

En una de esas salidas paramos en un bar, en frente a una lagunita artificial preciosa, conversando me dijo que esa laguna en otra época estaba muy contaminada, llena de basura, y con una mata baja, pero que él había hecho un proyecto y en un año lograron limpiar toda la laguna, ahora hasta se puede pescar.



La gente a la vez que lo respeta le teme un poco, porque tiene historias de haberle dado surras a varios fazenderos, que estaban desmatando la zona, como también a varios narcotraficantes, sin embargo cuando se le conoce, se encuentra un tipo generoso, hospitalario y curioso.
Me resultó interesante, porque no tiene educación formal, más allá de la escuela, pero es un tipo con un conocimiento muy profundo de la cultura afrodescendiente, tanto como de la biogeografía autóctona, así como de la historia de sus antepasados. Militao me dió una cantidad de contactos por todo Brasil que me ayudaron a conocer otras familias, y amigos, por lo que fue mi guía espiritual, en las semanas que siguieron.

8 comentarios:

Caito dijo...

Es lindo encontrar a aquellas pequeñas personas que cambian su mundo. Brindo por él y por vos que te la jugas, jeje!

Pebete Ormaechea dijo...

Yo brindo por vos que me renovás cada día, motivándome a ser más sensible y productivo.
Te amo

corbelito dijo...

pebete, loco, lo mio arranco hace un mes y a pesar de que no estoy ansioso ni apurado: que cerveza nos vamos a tomar contandonos cuentos dentro de un tiempo. un abrazo y segui.

Pebete Ormaechea dijo...

Que lindo guacho encontrarte, y obviamente esa cervecita ya está asegurada, disfruta, tirando para afuera todos los prejucios y en ese mirar desde ser otro, desde otro lugar, desde otras costumbres, mirá hacia adentro para conocer incluso aquello que antes no quisiste ver.

Te mando un gran abrazo, experienciar, experienciar, experienciar...

Cris dijo...

Che Pebete, como que conocisteis al mestre, jeje? Como llego a su casa? Yo estaba en mis vacaciones en Colombia, ahora vuelvo a leer tuds historias, jeje... suerte amigo!!

El Rodri...en Londres dijo...

Man...

Cuanta historia linda vivida y compartida, cuanta gente que vale la pena un viaje en si mismo. Me enorgullece mucho el camino que estas recorriendo...capaz que ni el mas convencional, ni el mas facil de explicar...pero sin duda el mas autentico, el que se siente, el que has elegido. Un camino que te llenara de historias para contar a hijos, sobrinos, amigos y hermanos...para arrimar afectos al fogon de tu corazon.
Me alegra que sigas honrando las tradiciones de coleccionar anecdotas y amigos alla adonde vayas...note olvides que "quem tein emigos nao morre na cadeia".
Te quiero mucho y ansio el momento de contarnos nuestros respectivos viajes, cuanto nos han cambiado para seguir siendo los mismos.
Un abrazo apretado.
Rodri..hermano por suerte, amigo por eleccion

Pebete dijo...

Cris hermanita, como estás?
A Mestre Militao lo conocí porque era primo de Henrique mi amigo de Vila Velha con el que fui a la escuela en la fabela a dar clases de arte, imaginame en mi portugués hablándole a la clase de las maravillas del mundo, fue un interesante episodio.

Abrazo querida

pebete dijo...

Rodri que lindo encontrar tus mensajes en el blog, me llenan de energía de ganas de seguir explorando y recorriendo. Me siento muy en contacto contigo aunque la distancia parezca lejana por momentos, me enorgullezco también de tu camino elegido y aprendo, porque se que no es el más cómodo, ni el más fácil, pero si el que siempre buscaste y proyectaste para tu vida. Hay que tener coraje para escapar de las certezas que brinda la rutina y la comodidad del hogar, por eso deseo como alguna vez me dijeron los Zapp, no que no tengas problemas, sino que tengas fuerza y valor para afrontarlos y aprender de ellos.

Te mando un fuerte abrazo
tu hermano y amigo navegante

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