miércoles, 28 de enero de 2009

Sensaciones de Río de Janeiro (aprete aquí)


Río de Janeiro es un continuo constraste de colores, caras, lujo y miseria. Su belleza y misterio no puede ser igualada a niguna ciudad que haya conocido antes, se bien es cierto la cuota de carinio que le tengo a Río es en parte por el continúo fluir cultural, musical y de una energía vital muy fuerte que tiene esta ciudad.




Sin embargo el exaltarla y admirarla hace que muchas veces debamos dejar de lado la cantidad de gente que duerme en la calle, ya muertos en vida, huesos sin carne, personas que entre el hambre, la soledad y ser parias sociales han dejado su mente en un estado totalmente disfuncional, imposible de volver adaptarlo a esta sociedad.


Aun así y haciendo al ojo mezquino y egoísta, encuentro una ciudad hemosísima, de cerros que salen desde el océano con una vegetación increíble, donde las playas pueden tener el celeste del cielo. Una ciudad donde más de la mitad es floresta, con monos que te vigilan desde las copas de los árboles y caminos que desembocan en las vistas más increíbles.






Los grandes artistas que ha tenido la ciudad han jugado su papel, en tornarla hermosa desde Vinicus, Toquinho, Chico Buarque, Carlos Drummond de Andrade, Caetano, Joao Gilberto, Cazuza, etc que conozco, y etc que ansío conocer. Muchísimos de estos son los que no nacieron acá, pero si se embelezaron y produjeron grandes obras en esta ciudad, no solo la música, poesía, pintura y circuitos tradicionales artísticos son disfrutables, también los artistas under son muy talentosos y revisten las más feas paredes, de dibujos e íconos de la cultura pop con una notable calidad y una envidiable creatividad.






Una ciudad que no podría ser igual de hermosa sin sus fabelas que dotan de luces un pedazo de espacio que parecería aéreo por encima de los grandes edificios, así como las zonas de espesura vegetal casi inexplorados. No se puede explicar la caída del sol en Ipanema, cuando la noche comienza a pintarse a sí misma, así como no existen palabras para describir lo que es estar en Morro da Urca o en el Corcovado, mirando la Laguna por un lado con sus zonas residenciales, el bravo océano por otro y la bahía de Guanabara, así los morros desafiando las estructuras humanas, y las fabelas en los espacios más hermosos de la ciudad y más inalcanzables.




Para el que está en Río por la tarde es casi una cita ineludible tomar un açaí (fruta del amazonas que preparan helada al cual soy totalmente adicto), o un jugo de fruta de maracujá, acerola, manga, abacaxi (ananá), jabuticaba, fruto del conde, etc y más etc. Para los fruteros como Caíto y yo los bares de jugos nos tienen a bolsillo seco, ya lo sabrán quienes hayan estado en zonas tropicales supongo. Todavía no entiendo por que nadie puso uno en Montevideo, aquí están cada dos cuadras. Por la noche se hace muy placentero tomar una cervecita en algún barcito casi derruído donde con la música uno se enamora hasta del aire que respira.






Las personas son una especie única en el mundo, alegres, chistosas, pícaras, gritonas, deportistas, carismáticas, bolicheras (de bar), musiqueras, verseras. Ya tenemos historias para unos artículos más, esta es solo la panorámica. Primera de varias.




Abrazo Carioca

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tamo ahi pebechi!!

te mando las mejores vibras para que no te quedes sin energías ni un solo dia y sabé que espero los nuevos posts. somos varios los que entramos a revisar el blog del pebete, varios viajamos contigo.

salud varon!!

manzana

Pebete Ormaechea dijo...

Uhh Manza que jugador y no lo ponen, vamo arriba me alegro que te des una vuelta, gracias por las energías que siempre vienen bien en algún momento flojo de determinación que 2x3 nos vienen.
Gran abrazo

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