Vila Velha (Espírito Santo), casa de Henrique
Vilha Velha es una de las ciudades más antiguas de Brasil, data de aproximadamente 400 años. Se encuentra dentro de la gran Victoria que es la capital del estado de Espírito Santo y uno de los puertos más importantes de Brasil ya que es el puerto por donde sale todo lo que se extrae en el estado de Minas Gerais que es uno de los estados más ricos de Brasil. Vila Velha es una ciudad anexa, con unas playas hermosas de agua celeste, con morros que se adentran en el océano y con ríos que la atraviesan de punta a punta.
Cuando me bajé del camión con el que había venido casi desde Río, Henrique me estaba esperando. Comenzamos a hablar de viajes, ya que el también es mochilero y ha viajado por gran parte de Sudamérica, aparte de eso es pianista, y da clases de arte en la escuela. Me dijo apenas me levantó que estaba medio apurado porque tenía que dar clases a las 10 de la noche, como me picó la curiosidad, le pregunté si lo podía acompañar para ver como daba la clase, me dijo que no había problemas por lo que dejé las cosas, y emprendimos viaje. Eran clases de escuela para adultos en la fabela San Gabriel, Henrique me presentó y de algún modo me enganchó con las maravillas del mundo que era el tema que venían dando, por lo que en mi todavía limitado portugués comencé a hablarle de mi viaje y que las maravillas que yo estaba buscando no eran monumentos sino conocer costumbres, modos de ver la vida de personas distintas a mi. La mayoría de ellos no habían conocido a ningún extranjero, por lo que fui centro de atención y de risitas cómplices. Fue una charla linda que ante preguntas tan simples como porqué viajaba, me hicieron pensar y afirmar algunas ideas que llevaba conmigo.
Ese día caí como plomo, y al otro día me levanté temprano y me fui para la playa, en el camino paré en la feria (cosa que suelo hacer en Uruguay) a ver la cantidad de frutas verduras, y frutos de mar que vendían. Llegado a la playa encontré el agua en un celeste hermoso, ahí me puse los lentes de nadar y me fui a chapotear un poquito. Habré nadado unas 4 cuadras cuando de golpe sentí como una electricidad en la cara, luego en los dos brazos, sin darme cuenta me había puesto un agua viva enorme de sombrero. Apenas salí la piel comenzó a arder bastante, y le pregunté al salvavidas que podía hacer para calmar un poco el ardor, estaba un poco asustado porque no conocía las aguas vivas de acá, capaz que eran más dañinas que la que conocía. Me dijo que lo único que iba a experimentar era ardor y que me colocara vinagre. Inmediatamente fui hasta los puestitos de la playa y comencé a preguntar si tenían vinagre, pregunté en cinco puestos y nada, uno me dijo que tenía agua helada del mar, me pasé un poco y no calmó mucho. A partir de ahí me di cuenta que lo único que tenía que hacer era esperar que mi cuerpo terminara con la reacción, por lo que me senté en la arena a sentir el ardor, coloqué mi atención en sentir como el cuerpo funcionaba frente a la sustancia irritante.
Luego me fui caminando por la rambla que está llena de gente vendiendo cangrejos del tamaño de un gato mas o menos, ellos los colocan todos juntos y como se comienzan a atenazar entre ellos quedan como una pelota gigante.
Henrique vive con la madre y la tía (dos veteranas fantásticas, muy divertidas), Alyson amigo de Henrique que casi vive ahí, tres gatos macanudos (aunque con uno tuve lío) y dos perros. Suely o Ely (madre y tía respectivamente) eran siempre mi compañía a la hora del café. En esta casa como se cocinaba poco, cociné casi todos los días, algunas de las recetas fueron pizza de levadura (he evolucionado notoriamente) con muzzarella, panceta y choclo; feijoada; tallarines con salsa rosa y hasta una buena feijoada charrúa (después les paso la receta)
Mestre Alvaro, escalada
Por una página de internet Mochileiros.com, comencé a buscar estando en Río alguna información sobre Espírito Santo y sobre sus playas. Ahí, vi que en un foro había planeada una subida al Mestre Álvaro, morro que queda en el municipio de Serra que es parte de la gran Vitoria. Ahí me puse en contacto con la gente que lo estaba organizando y apenas llegué a Vila Velha, los llamé para coordinar, así que todo arreglado el día anterior me quedé en casa de un primo de Henrique, y a las 5 de la mañana estaba en pie listo para la travesía.
Cuando llegué a eso de las 6 al lugar del encuentro no estaba ni el loro. Al rato cayó Patrick, que era el organizador y luego Thiago un paulista que también se había sumado a la travesía. Una cosa que aprendí viajando, es que uno debe mantener el nivel de expectativas lo más bajo posible, para que cada nueva vivencia pueda ser una grata sorpresa, aun así me había hecho a la idea que íbamos a ser un grupo más grande. Cuando llegamos a la comunidad (o fabela, pero en general es un término que acarrea una connotación negativa, de peligro y que en muchas ocasiones no condice con la realidad) que queda de camino para la base del cerro, Patrick comenzó a golpear en las casas y a despertar a amigos ya que había vivido ahí hacía unos años, de a poquito comenzaron a salir algunas caras con lagañas complicadas por la hora, sería el resto de nuestro equipo expeditivo: Ze mancin, Vitor y Soró.
Primero tuvimos que atravesar unos puentes bien finos, por lo que había que pasar haciendo equilibrio para no caer en una cañada. Luego por unos bañados llenos de aves silvestres, caminamos un kilómetro más y entramos en un parque, donde pasamos por unos estanques de potabilización de agua, hasta que llegamos a un campo lleno de cebúes y árboles frutales, pasando nos encontramos con la base del Mestre Álvaro, que es el pico que se divisa más sobre la izquierda en la foto de abajo. El primer trecho fue con una empinada leve, con espacios secos y total seguridad en el apoyo. De a poquito y a medida que se iba subeindo se comenzaba a vislumbrar un paisaje precioso de verdes mezcaldos con el fondó azul del océano. Comenzamos a entrar en la mata y fuimos parando en cada espejo de agua que encontramos. En el que se ve en la foto estuvimos saltando de las piedras, algunas altas no me animé ya que la profundidad era de metro y medio, aunque Patrick y Mancin saltaron de cabeza como se podrá ver en la foto.
Por momentos la escalada fue bastante exigente teniendo que afrontar empinadas de 70 grados, agarrándose de la raíz de un árbol para escalar las piedras, y tomándose las manos para ayudar al que venía atrás. La vegetación fue cambiante por momentos de una espesura que formaba un tunel, casi sin dejar entrar la luz, por otros momentos fue de piedra y abierto con mata más baja.
También encontramos grutas, y pequeñas cascaditas que son muy importantes para descansar, remojarse y recargar la cantimplora.
La mata atlántica que es la vegetación que predomina en Brasil, desde el Sur de Río Grande hasta practicamente el centro de Bahía, donde comienza el sertao, que es casi desértico, es uno de los ecosistemas más ricos en especies tanto vegetales como animales, es así que conociendo un poco uno se puede quedar días en cualquier bosque, comiendo y bebiendo de lo que tiene la naturaleza para ofrecer. A nosotros nos ofreció una jaca que es una fruta de dioses, del tamaño de una sandía, con unos gajos dulces y abundantes en fibra que alimentan más que una milanesa el gaucho.
En esta riqueza nos encontramos con algunos monos que nos seguían desde las copas de los árboles, tanto como pájaros que por su paleta de colores parecían pintados, y muchos insectos de todo tamaño. Particularmente la que más me gustó fue la que verán a continuación. La molestamos un poquito para fotografiarla en posición de ataque. Luego nos encontraríamos con otra que para mi sorpresa caminaba sobre el agua como Jesús.
El resto de la subida fue muy exigente, con paisajes cada vez más extraordinarios, la última súbida fue sobre piedras, y a paisaje descubierto, es aquí donde hay que tomar especial atención en el camino, porque el paisaje distrae. Llegamos con las camisetas empapadas es sudor a la cima y nos dimos un abrazo de gol con grito, para festejar la llegada a la cima.
En la cima descansamos, conocimos personas con las que hicimos un almuerzo compartido, charlamos de la vida mirando el paisaje, nos reímos, filosofamos sobre pequeños asuntos cotidianos, en fin, disfrutamos de ese día que quedaría en la memoria.
La bajada se hace más rápido, pero es un poquito más peligrosa, porque uno no lleva la atención que lleva en la subida, aun así salvo algún dolor característico de la exigencia física, fue bastante tranquilo. Es una sensación muy linda cuando la travesía está finalizada y se toma un baño y se come una comidita rica, en mi caso fue en la casa de Vitor, que tomamos jugos de frutas y dos platos de feijoada para reponer.
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14 comentarios:
Hermanooooo que bueno leer estas vivencias! realmente es espectacular ver todo lo que estas conociendo. Solo queria mandarte un abrazo y recordarte que tu blog esta dentro de mis libros de cabecera. abrazo animal!!!! te quiero amigo!
Saludos del pampagalvez
Grandeeee Santi, se que ahora utilizás Arjona para derretir mujeres de avanzada edad, si hasta ahora te admiraba, ahora sos como mi dalai lama.
Te mando un gran abrazo de amistad
No puedo creer que esas calumnias hayan llegado hasta Vila Velha! Increible! igual sabes que tipo de persona soy y que cosas son reales y cuales son producto de la imaginación de los demás!
Abrazo Pebetrón
Pampacalvo
Ja estamos com saudades nunca esqueceremos desse dia q aprendemos e compartilhamos conhecimentos,espero q um dia volte,e passe por aqui novamente pra vc conhecer mais do nosso municipio q e rico em beleza e em historias...um abraço....
como va Pebe! ya dominas el huevito ? como vas en Salvador? abrazo y fuerza de tato
"coloqué mi atención en sentir como el cuerpo funcionaba frente a la sustancia irritante" nunca se me hubiese ocurrido..
Vamo' che!!!
Cada ves que te leo me dan ganas de salir corriendo pa' ahí....
Un abrazo!!!
animalito! hace muchos años te prometí unos cd de charly para tu cumpleaños...nunca te los di! jajaja
hoy por facebook me percato que es tu cumpleaños, y me entero de esta experiencia que estás viviendo.
te felicito y te mando un abrazo grande! y que pases un feliz cumpleaños.
santi monterroso.
Man...
Más allá de que hablamos hoy queríamos mandarte un beso enooorme de feliz cumpleaños de Mari y mío. No importa la distancia, ni el tiempo que a veces pasa rápido...estamos contigo celebrando este cumpleaños que llega en medio de esta gran aventura. Que la sabiduría del nuevo año que llega acompañado de un ser muy especial te ayude a ver que algunas personas más que compañeras de viaje proponen ellas mismas un viaje increíble.
Un beso grande de tus amigos/hermanos en Londres
Pampa, cada día que pasa sos más artista brindo por eso hermano.
Irmao, foi uma experiencia incrível, com certeza que volverei pra comprimentar a meus amigos que fiz no Gran Mestre Álvaro.
Grande Abrazo
Tateiro animal, dominar el huevo no es cosa fácil, tu regalo precisa de un cierto dominio del ritmo que todavía no poseo, pero con trabajo aspiro a poseer. Aun así ha sonado por bastantes municipios bahianos.
Gran abrazo
Pi, cuando quieras venir estás invitado. Me alegra que algunas palabras sirvan de movilizadores de deseos, viajar siempre es posible, solo hay que dar el primer paso.
Abrazo viejo
Que grande Santi por dios, lo del cd de Charly ni me acordaba, que loco. Que bueno encontrarte por estos lares, la verdad es que este tipo de sorpresas hacen más rica la aventura. Espero que tus cosas también anden bien, te mando alto abrazo.
Rodri como siempre tus palabras que también son un poco portavoces de las de Mari, me reconfortan y me acompanian. Entre el torbellino de ideas me he dado cuenta con quien y en quién quiero compartir la vida, creo que de a poco avanzo un poco más hacia el equilibrio, aprendiendo a escucharme un poco más. En la búsqueda de un conocimiento que no significa certeza sino creencia, que no significa se, sino fe
Te mando un gran abrazo para ti y Mari
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